martes, 27 de agosto de 2013

Lugares cerveceros con encanto. #2 Brasserie Cantillon

Si hay un lugar al que cualquier amante de la cerveza tiene que ir ese es la Brasserie Cantillon. Situada en el número 56 de la Rue Gheude está a unos 10-15 minutos andando de la mítica Grand Place. Un lugar al que tuve ocasión de visitar en mi primer viaje a Bélgica allá por el 2008 en compañía de otros dos coleccionistas de material cervecero: Eduardo y José Luís; con los cuales iba a asistir al día siguiente a la que a la postre fue mi primera (y no la única) reuníon de coleccionismo fuera de nuestras fronteras.

La Brasserie por fuera no tiene ningún tipo de adorno publicitario rimbombante ni nada por el estilo. Lo más sobrio y sencillo para una micro la cual cuando uno entra dentro se da cuenta cuan complejo es el 'arte' este de elaborar cerveza.



A la llegada del visitante nos esperamos una mesa a la derecha en la cual nos proporcionan un panfleto escrito en español sobre la visita a la Brasserie. Todas las salas y puntos claves numerados y explicados al más minimo detalle en dicho triptico. No se deja nada al azar..., excepto las levaduras... (casi).

Subiendo al primer nivel de la micro se pueden encontrar los tanques de cocción, las máquinas trituradoras del cereal: trigo y cebada, así como el koelschip, el alma mater en donde se enfría el mosto (siempre por la noche ) y en donde se produce el milagro de las levaduras.


Tanques de cocción

Llama especialmente la atención el granero, situado en la azotea del edificio en donde abundan sacos de cereal y barricas..., barricas por todos los lados.

Sacos de malta en la azotea del edificio
 
  

Barricas en la azotea

Destaca por la vistosidad de las mismas el gran repertorio de maquinaria antigua que posee la Brasserie, muchas de ellas desde el S. XIX.


 

También se puede visitar el área de embotellado y acondicionamiento en botella en donde pudimos ver la máquina de etiquetado, encorchado...,  entre otras.








Si quedaba algo por ver eso fue el método de lavado de las barricas. Llenan con un poco de agua la barrica en cuestión, la prenden en una maquina y la voltean de forma enérgica




Al final de la visita nos dieron una cata de las cervezas Cantillon, de 2 de ellas. Era la primera vez que yo probaba una cerveza  de ese estilo y he de reconocer que por aquel entonces no estaba muy preparado con lo que me iba a encontrar así es que mi experiencia con esas cervezas no fue nada gratificante. Menos mal que esto ha cambiado...

Website: http://www.cantillon.be/ 

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