viernes, 29 de septiembre de 2017

IV Oktoberfest Artesanal en Colmenar Viejo. Mi experiencia y no-crónica

El fin de semana del 22, 23 y 24 de septiembre tuvo lugar la VI Oktoberfest Artesanal de Colmenar Viejo. Esta vez afrontaba la feria de una manera bien distinta a como la he afrontado las tres veces anteriores que he asistido. Este año era parte protagonista del evento como "Inspector de cata" y "Jurado del concurso de IPAs".

Todo fue gracias a la invitación de Jorge Solana, del blog CERVERIANA, el cual hace unos meses me propuso si quería formar parte de esa nueva iniciativa que había tomado la organización en base al descontento generalizado producido los dos últimos años (y alguno más) por ser una feria en la que las contaminaciones han proliferado.

No dudé ni un momento en aceptar la propuesta que también fue ofrecida a Gonzalo, del blog Humulus Lupulus y juez BJCP. Los tres, Jorge, Gonzalo y un servidor comenzábamos el viernes, dos horas antes de que se inaugurara la feria de cara al público. Había que preparar muchas cosas para todo el fin de semana. Entre ellas la recogida de muestras en botella que a la postre se iban a abrir esos días por parte de los 22 cerveceros asistentes (pincha aquí para ver el listado completo).

Una vez terminada la recopilación de una muestra en botella de todas las diferentes opciones, unas 70 o 80 tuvimos que ponernos manos a la obra probando todos los barriles que se habían abierto en ese momento. Una cuenta fácil puede ser: 22 cerveceros a poco que cada uno lleve 3 o 4 grifos..., el resultado es de otras 70 cervezas diferentes.

Esa misma tarde-noche se retiraron varios barriles: DMS, acideces indeseables,... hicieron que nuestro veredicto fuera que se retirara el barril con el lote indicado. Por norma general la mayoría se lo tomaron a buenas pero hubo dos en contreto que no les sentó nada bien nuestra opinión. A saber: La Pedriza con una Alt y una IPA, que eran las que tenían pinchadas, que eran directamente un peligro para la sanidad pública; ambas contaminadísimas. Tesela con su Dark Lager, muy ácida (¿debido a las maltas tostadas?, que fue la excusa del productor); que realmente vi peligrar nuestra integridad cuando nos estaba discutiendo nuestra opinión. Caso especial es el de Tierra de Frontera con su Mariloli; año tras año la están trayendo sin darse cuenta de su acidez (esta ya fue advertida por mi parte en el mismo festival hace 4 años y ahí sigue). Ahí sigue, ahí siguió y espero que no siga más por el bien del festival.

A la mañana siguiente (estamos en el sábado) tocaba probar todas las botellas que habíamos recogido la tarde anterior así es que después de unas novedades de la mano de Stephan, antiguo master-brewer de Cervezas LEST nos pusimos con ello. Al igual que en el día anterior se retiraron esta vez 12 botellas. Generalmente con los mismos defectos que en los barriles: acideces, DMS, sulfurosas, vegetal cocido,... Había para todos los gustos. De uno de los productores arriba indicado, La Pedriza, se retiraron todas las botellas que disponían. No tuvieron más remedio que irse de la feria antes de tiempo no sin antes "calentar" o otros elaboradores a los que también se les había retirado algún lote. Incluso se comentaba de boicotear la feria..., tomando parte activa otro de los productores al que se le había retirado su hidromiel..., con notas jabonosas y acidas.

Gran ambiente el sábado por la noche
Pero también hubo momentos buenos y menos desgradables. Fuímos el jurado para elegir la mejor IPA de la feria. Tras probar doce muestras de todos aquellos cerveceros que se habían presentado al concurso el veredicto estuvo más que igualado ya que entre el primero y el segundo solamente hubo un punto de diferencia. El podio quedó de la siguiente manera:
  1. El Cantero con su NEIPA
  2. Medina con su Cascoporro IPA
  3. San Frutos con su Sanfrutos Indian Pale Ale
En plena cata del concurso de IPAs
Te dicen: ¿quieres formar parte de esta idea que tiene la organización de la Oktoberfest de C. Viejo?. Todo es muy bonito, se va a poder probar mucha cerveza, a la vez de aprender, se va a estar en contacto con los cerveceros, se va a ver el festival desde dentro,... Pero la realidad es otra, sobre todo una vez que retiramos el primer barril, luego el segundo, el tercero...; y continuamos con las botellas.

Trabajo duro, más que nada por el hecho de dar la cara y tener que dar explicaciones al cervecero. Él, como parece lógico plantea su punto de vista sobre su cerveza y nosotros le teníamos que hacer entender que esa no estaba en plenas condiciones para ser servida. Una situación nada gratificante porque en algunos momentos la situación estaba más que caldeada.

No obstante es algo en lo que repetiría si se me presenta de nuevo la ocasión. Con este tipo de iniciativas ganamos todos:
  1. Los consumidores, que beben un producto de calidad. Y no sólo los consumidores entendidos sino también el público profano que intenta adentrarse en el mundo de la cerveza artesana;
  2. Los cerveceros, que no tienen productos en malas condiciones y que verán incrementadas sus cajas; en detrimento de aquellos que sí tienen cervezas con defectos; y, 
  3. La organización, que logrará que su feria ya no sea la señalada como aquella en donde se sirve cerveza artesana de mala calidad..., con toda la repercusión que eso tiene de cara al público general.
Para finalizar me gustaría decir que tengo dos esperanzas, una a corto y otra a largo plazo:
  1. Por un lado me daría por satisfecho si bloggers, beer-geeks, consumidores habituales de cerveza artesana, etc., hacen muchísimos menos comentarios sobre la calidad de la cerveza en esta feria en los próximos días; ya sea en sus blogs, en las redes sociales o en páginas de cata. Señal inequívoca que el trabajo que hicimos fue bien hecho..., y justo por el bien del resto que sí cumplen.
  2. Por el otro, me agradaría que visto lo visto este año, al año que viene algunos cerveceros tomen notas de las medidas adoptadas y puedan mejorar sus productos con el fin de no dañar a resto de sus colegas fabricantes para que todos no sean metidos en el mismo saco. Y si no..., que no participen de la misma.
Por último agradecer de nuevo, y públicamente, a Jorge Solana la oportunidad que me ha brindado participando de esta experiencia de la que he acabado totalmente encantado.

Por cierto y como viene siendo habitual en este tipo de entradas. Las cervezas que más me gustaron y por este orden fueron:
  1. El Secreto del Abad Saison
  2. Domus Ninfa
  3. Medina / Yria Ernest & Txus

lunes, 18 de septiembre de 2017

No un sábado cualquiera: Feria en Alcalá y Festival en Chinaski

El título de la entrada viene muy a cuento por todo lo ocurrido el sábado 9 de septiembre en el que varios actos se juntaban en el mismo día. Algo que los madrileños ya estamos harto acostumbrados de esa manía "indirecta" de aunar varios eventos en fechas próximas. El principal, el 1º International Breweries Mini-Meeting en Chinaski al que también se le unió la 1º Encuentro Cultural de Cerveza Artesana en Alcalá de Henares, de menos índole que el primero. Por si fuera poco a esos habría que añadir el Beavertown Extravaganza en el que lo más granado del mundo craft madrileño estaba dándolo todo en Londres.

El día empezó rumbo a Alcalá de Henares a ver qué se cocía. No había por mi arte grandes esperanzas en encontrar alguna cerveza interesante ya que el cartel, quitando alguna, era un poco pobre. A saber: CCVK, Ebigma, Domus, Ebora, Gabarrera, La Cibeles, La Sagra, La Virgen, Maldita, Monkey, Speranto, Villa de Madrid y Vulturis. 


Es en CCVK donde pasé más tiempo, visto lo visto y donde pude disfrutar de una buena conversación con Daniel, su maestro cervecero el cual presentaba su CCVK 28038 IPA con toques maltosos y caramelo; y otras dos de su gama base ya conocida. Más allá del cartel de elaboradores presentes sí me gustaría comentar la buana organización que tuvo dicha feria y los buenos detalles que tuvo con los fabricantes. Paso a enumerar cosas que a pesar de ser la primera que se hace (he leido en la prensa que no se descarta hacer más) me agradaron enormemente y creo que alguna debe tomar nota:
  • Ubicación en la Plaza de Palacio, un sitio céntrico en Alcalá, al lado de su Calle Mayor que respira vida a raudales
  • Grifos para enjuagar los vasos, los cuales eran personalizados para la feria y que se compraban al precio de 2€.
  • Baños públicos portátiles cercanos a la feria.
  • Buena oferta de comida con numerosos food-trucks.
  • Casetas de madera para los elaboradores, con amplia barra y hueco dentro como para tener una buena remesa de barriles.
  • Facilidades a los fabricantes al permitirles llegar hasta su caseta asignada con el coche y descargar directamente. Aparte, parking cercano con descuento para ellos.
  • Cuota para los elaboradores irrisoria desde mi punto de vista, sólo 100€. Si se exponía una conferencia se tenía un descuento del 50%.
Ambiente de la feria de Alcalá de Henares
La gente qe se acercó el viernes por la tarde lo hizo en masa, muy buena aceptación por parte del público general. A lo que hay que sumar el enorme interés para conocer diferentes elaboraciones y estilos. Una más me tomé alí, la Maldita Pizpireta, una IPA con ciertos toques mentolados. A la hora que me fui, a eso de las 14:00, se empezaba a llenar de gente.

John Brus de De Molen
Tras ello me fui directo al Chinaski. El  plato fuerte del día estaba por llegar. Nada más llegar me encuentro a Jorge Solana hablando con el mismísimo John Brus de De Molen. Otros colaboradores asistentes fueron Andrea dell'Olmo por parte de Vento Forte, Tea Mona Rakipi de Oud Beersel y Stephen Andrews de Nogne. Tras hacer la rueda de reconocimiento a las cervezas disponibles y saludar a la gente: Ernesto, Ani, Isaac Beltrán empezamos a beber. Primero a por la Vento Forte Sour Session, con notas marcadas a albaricoque. La siguió la Vento Forte #31 Session; las colaboraciónes De Molen/Magic Rock Magic & Tricks y la De Molen/Tempest Sun & Moon. Tras ellas y para dar un cambio al paladar la Oud Beersel Oude Geuze Vandervelde 135 Years y dos de los hidromieles que había traído Apis, de Polonia: el Trójniak Staropolski y el Czworniak Korzenny, a cada cual más peligroso.

A esa altura ya había llegado Fernando (aka birrotes) y Dario, los cuales se iban después de concierto, de hecho muchas de las anteriores fueron compartidas con ellos a modo de tasting. Para no saturarnos de estar en el mismo sitio y aprovechando que en el bar Craft Against the Machine tenían la colaboración Laugar/Drunken Bros Hopzilla allí nos fuimos los cuatro. Disfrutamos sobremanera de esta cerveza. La estancia allí se completó tomándonos Fernando y yo una Agullons Barrica.

Vaya cuatro patas pa' un banco
De vuelta y aprovechando que pasábamos por Casa Zoilo hicimos un breve avituallamiento en donde nos tamos una cerveza, la Black Stroms Revolt por mi parte, acompañada de una tapa de mejillones con patatas fritas y un queso de Ávila que era para ponerle un monumento. Jorge se fue, Fernando y Darío se fueron y ¿yo...?..., al Chinaski de nuevo.

Me encuentro con Adrián Mateos y me pido una Nogne Sunturnbrew, después vinieron la Vento Forte Follower, la Oud Beersel Bersalis Tripel, la Edge Brewing Barrica 25, la Evil Twin/Westbrook Imperial Mexican Biscotti Cake Break, la Reptlian Disciples.... Viking Army! Bourbon BA y la colaboración de Edge/Brewski/Garage Mash IPA. Ni recuerdo en qué orden... os podéis imaginar.

En cuanto al festival dejando ya de lado "misaventurascerveceras":
  • La idea de Ernesto a mi entender ha sido muy buena. El hecho de traer representantes de cervezas que son referentes ha ayudado no sólo a un acercamiento por parte de los asistentes a ellos sino un interés mayor por muchas elaboraciones que de otra forma no hubierna llegado a España.
  • La pizarra que tenía el Chinaski era más que buena y es que a la visita de los representantes de cuatro cerveceras y un fabricante de hidromiel se le sumaban grandes cervezas del panorama nacional e internacional.
  • El espacio en principio me pareció que sería escaso pero a la larga fue más que sufuciente: seis invitados lo máximo; y eso teniendo en cuenta que los representantes no estuvieron todo el rato..., que también harían/hicieron sus pinitos con otros fabricantes madrileños...
  • Todo ello teniendo como ventaja que la cerveza era en vaso de cristal limpio, de unos 20-22cl y al precio de 2.5€ si se compraba un pack de 10 tokens (ese era el médio de pago) que se compraban en la misma barra del local. Menos de 10 tokens las cervezas, repito de unos 20-22cl, salían a 3€.
Ambiente del Chinaski por la noche
Ya la Feria de Noblejas que tanto nos gustaba ha terminado sus ediciones de gloria, me fastidia en principio porque creía y así lo vaticiné el año pasado en la crónica, que se iba a consagrar como una de las fijas del panorama cervecero. Ahora en Madrid nos tenemos que acostumbrar a este formato de minifestival. Está claro que no debemos ni podemos comparar la una con el otro. La una, la Feria con muchos más asistentes, predominando nacionales y de reputado nombre. El Minifestival con pocos elaboradores pero selectos y trayendo en algún caso productos que no salen de su país de origen... al menos de momento.

Por otro lado el minifestival puede ser otra alternativa a acoplar a un hueco que había quedado abierto con las Ferias de Cerveza Artesanal celebradas en L'Europe y que no se había cubierto hasta ahora. En Madrid ya no sólo tenemos la Feria de Noblejas, que encima no era en Madrid, sino a unos 70Km. Poco a poco van apareciendo algunas que pueden suplir esa falta. Este año de hecho hemos tenido el Madrid Fusión, el BeerMad, el Beergote, etc; y alguna que repite en un futuro próximo. Ciertas ferias de resultado catastrófico y en otros casos con buena aceptación.

Tiene pinta que se va a volver a repetir ese mismo formato... bienvenido sea porque como ya he dicho más arriba, lo importante era tapar un hueco que ahí estaba sin cubrir y que además puede ser complementario con las ferias que se celebran en la capital.

Salud y buena birra...

lunes, 11 de septiembre de 2017

Bares qué lugares. Beer Corner. Zaragoza #2


Al igual que la ciudad de Zaragoza están ligadas a la figura de Goya en el cual las "luces y sombras" forman parte de su extraordinaria obra; en mi caso son también luces y sombras con lo que me voy a quedar después de, ya por fin, conocer los dos lugares cerveceros más carismáticos de la ciudad (sin contar la Tabierna Ordio Minero...). El primero conocido hace poco más de una año, el segundo hace unos diez días y ambos abiertos desde el 2015. El primer fin de semana de septiembre fui a conocer in-situ el Beer Corner. En este caso, este local forma parte de "las luces".

Pude visitar el Beer Corner, como digo, hace poco más de una semana y después de una cena que si bien no fue muy copiosa si que fue digna de mención y que perdurará en los anales de "mi" historia. El sitio: en el Bar Estudios, local especializado en quesos, aunque también se pueden degustar otras viandas. Desde la calle se puede oler el intenso aroma a queso que al acceder al local se hace más presente. Una pena que las glándulas olfativas se acostumbren tan pronto a los olores debido a su pronta saturación. Se debería oler ese aroma durante toda la estancia.



El mundo está lleno de casualidades y una de ellas es que el mencionado Bar Estudios se encuentre a tan solo cinco minutos del local cervecero protagonista de esta entrada. Aprovechando una cosa no podía dejar de lado pasarme por el Beer Corner. Varias razones tenía que me forzaban a ello: la primera que podía comparar con el otro local cervecero de la ciudad, el Hoppy; la segunda las buenas referencias que había leído en las redes sociales sobre el local; y, la tercera que como a todo beer-geek me gusta conocer los locales cerveceros de los lugares que visito.


Así es que, allí es como me vi, entrando a eso de las 22:30. La hora justa como para probar alguna cosa, más bien queriendo enfocarme en lo "local" y llevarme un buen sabor de boca. Me siento en mi lugar preferido de todos los bares cerveceros, cerca de los grifos; aunque en este caso el disponer de trece de ellos sobre la barra facilita mucho ese hecho. Miro la pantalla de lo que había pinchado y pienso que la noche será un poco larga. Tenía que madrugar para seguir con mi viaje al día siguiente que me llevaría al Encuentro de Coleccionismo de Replega en Monzón, que ya se ha convertido en todo un clásico a los que no fallo.


Al pedir la primera empiezo a entablar conversación con Iván; co-socio fundador del local y uno de los elaboradores de la cerveza bajo marca TITAN Craft Beer. Hablamos de todo un poco, de lo local, de lo extranjero, de cómo empezó todo con respecto al Beer Corner y la semejanza con otros elaboradores que por las mismas razones dejaron su trabajo de forma forzada y que aquellos ahora se codean con lo más granado del panorama cervecero y con locales o fábricas "satélite" en Barcelona, lejos de su lugar de origen, Pamplona.

Las cervezas van cayendo. Unas veces porque las mismas invitan a ello, otras veces porque la conversación hace lo propio. Primero una Populus IPA Melocotón, Sergio ha acertado de pleno en esta cerveza. Luego una Edge Blacklight, una BlackIPA con más toques cafetosos que lupulados; pero teniendo en cuenta lo complicado que es acertar con el término medio en este estilo, esta no está nada mal. Siguieron dos elaboraciones de Dry & Bitter de quien no había probado nada y que me dejaron con la sensación de tomarme alguna más, sobre todo en el caso de la Dank & Juicy, más que en el caso que la Fat & fruity. Todo ello acompañado de unos pimientos del piquillo rellenos que me sacó Iván con ligeros toques picantes que entraron como si nada, muy ricos.



Ahora que estoy a mitad de mi beer-session voy a comentar sobre el ambiente. Muy tranquilo a pesar de que era viernes noche; con gente cervecera en grupos hablando de unas cosas y otras que ni me iban ni me venía. Pero lo que más me llamó la atención es la gran aceptación de la gente a probar nuevas cervezas que van saliendo. Iván me lo comentó y yo lo pude comprobar in-situ. Muchos de los que allí estaban según me dio la impresión eran habituales del local, otros no tanto pero la gran mayoría atreviéndose con cervezas totalmente nuevas con tal de experimentar nuevas sensaciones. No obstante, el local tiene unos tres o cuatro grifos de cerveza para neófitos en este mundillo; no falta una buena Lager o una buena de Trigo para paladares no tan acostumbrado a alfa-ácidos o maltas tostadas. Y por si fuera poco también posee cuatro neveras con más de cien referencias para todos los gustos.

Por mi parte muchas de las cervezas de la pantalla ya las había probado. Ese afán de beer-hunter que me sale muy a menudo me llevó a beber todas las que no había Rateado previamente y así es como llegué después de las anteriores a la Titán Orange Chocolate Porter. Una cerveza que apunta buenas maneras si bien le faltaba un poco más de guarda. Como colofón, o al menos eso creía yo, una cerveza que desde que entré me fijé en ella y la cual no me quería dejar pasar bajo ningún concepto. La Prairie Bomb! es de esas cervezas como tantas otras que no dejan indiferente a uno. Un taponazo de 13% ABV todo muy bien integrado junto a las maltas tostadas, el café, matices dulzones procedente de notas a fruta madura... Para repetir una y otra vez.

No sé qué hora sería ya pero desde las 22:30 que entré al local hasta entonces ya creía que se me había ido de las manos. La charla con Iván sobre los viajes cerveceros, las pocas posibilidades que tienen ellos de hacer lo propio, y es que el trabajo en hostelería hace muchas veces que uno no pueda moverse todo lo que quisiera; y si lo hace es con el "permiso y beneplácito" de otro que se queda atendiendo el negocio... Todo ello propició que Iván sacara una botella de Oud Beersel Oude Kriek. Una de mis preferidas dentro de su estilo y que fue el remate a una noche inolvidable que estaría dispuesto a repetir cada vez que vaya a Zaragoza. El Beer Corner ya está entre los fijos cuando vaya a Zaragoza.




Dirección: Calle del Heroísmo, 2
Horario: de lunes a miércoles de 18:00 a 23:00.
Jueves y viernes de 18:00 a 01:30.
Sábado de 12:00 a 15:00 y de 18:00 a 01:30.
Domingo de 12:00 a 15:00 y de 18:00 a 23:00.
Facebook: /beercornerzgz/