Hay
veces en el trabajo que se cruzan ocasiones que no se pueden
desaprovechar y ante una llamada diciendo "¿Te interesa hacer un curso
de [...] en Dinamarca?" no cabe decir otra cosa que no sea un "sí"
rotundo. Ante todo la experiencia vivida, compartir ideas con otra gente
de otros países que trabajan en el mismo ámbito que uno mismo y si
después de eso le sumamos la experiencia "bebida", no se puede pedir más. El destino era Karup, en el centro de la Península de Jutlandia, donde tenía que recibir nociones de una nueva aplicación de mi trabajo; y mi campamento base en la cercana ciudad de Viborg.
No
sin unos pocos de nervios (no en vano soy el único español que va a
hacer el curso) parto de Madrid el domingo 30 de noviembre a mediodía y mi destino es
Copenhague a donde llego a las 15:00. Me queda un buen rato que esperar
en el aeropuerto hasta coger otro vuelo que me llevará a mi destino
final: Viborg, la capital de la región de Jutlandia Central de Dinamarca. Cuatro horas de conexión de por medio así es que una vez facturada por segunda vez la maleta en la Terninal 1, la dedicada a los vuelos domésticos, me dirijo de nuevo a la Terminal 2 (donde había aterrizado) a buscar algún sitio para comer y lo que haya para beber durante esas horas de espera.
Es fácil de ver un local franquicia de hamburguesas situado en "llegadas" de la T-2 así es que me pareció una muy buena opción para ese día 'salir del paso'. Como no solo de comer vive el hombre y menos yo, al terminar me dirijo a "salidas" de la T-2 y veo un local con publicidad de Tuborg. Pienso que se puede intentar y quizás me encuentre con algo desconocido. Pillo sitio en la barra justo en frente de los grifos y entre Carlsberg y Tuborg lo copaban todo. Primero me decanto por una suave, una Tuborg Gold que más vale olvidar, muy ligera. Menos mal que todas las apuestas se fijaban en la segunda opción: una Tuborg Julebryg a la que no faltaban sus notas a malta tostada, fruta madura en almíbar y matices a caramelo. Sin ser una cerveza potente, bastante correcta aunque se quedaba un poco corta de cuerpo.
Mi primera estancia en Copenhague no dio para más; a la vuelta cinco días después sería probablemante diferente. La llegada a Viborg ya fue de noche, o mejor dicho, lo que los daneses entienden como "de noche": a las 21:15. Por supuesto ya estaba todo cerrado así es que después de ponerme al dia con los correos recibidos y surfear un poco la net me acosté.
El lunes comenzaba el curso al que asistía. No os asustéis que no voy a hablar del curso, eso lo he dejado para el informe que he tenido que escribir a mi jefe. Sólo pondré la parte lúdica, si se puede decir, en el plano cervecero.
La mejor opción para probar cerveza danesa elaborada por micros era ir a un local llamado Dahls Vinhandel a/s. La dirección la encontré en Ratebeer que para estas cosas es muy útil..., y para otras muchas más. Este local está dedicado casi en exclusiva a vinos los cuales no suelen bajar de 140DKK (unos 20€) y productos artesanos locales pero también tiene un stand dedicado a las cervezas en donde me encontré buenas reseñas. Hice un poco de acopio no sin la cara de asombro de la tendera (se ve que no es muy normal que llegue alguien y se lleve 8-10 botellas de una vez).
Es fácil de ver un local franquicia de hamburguesas situado en "llegadas" de la T-2 así es que me pareció una muy buena opción para ese día 'salir del paso'. Como no solo de comer vive el hombre y menos yo, al terminar me dirijo a "salidas" de la T-2 y veo un local con publicidad de Tuborg. Pienso que se puede intentar y quizás me encuentre con algo desconocido. Pillo sitio en la barra justo en frente de los grifos y entre Carlsberg y Tuborg lo copaban todo. Primero me decanto por una suave, una Tuborg Gold que más vale olvidar, muy ligera. Menos mal que todas las apuestas se fijaban en la segunda opción: una Tuborg Julebryg a la que no faltaban sus notas a malta tostada, fruta madura en almíbar y matices a caramelo. Sin ser una cerveza potente, bastante correcta aunque se quedaba un poco corta de cuerpo.
Bryggeren en salidas de la T-2 de Copenhague |
Mi primera estancia en Copenhague no dio para más; a la vuelta cinco días después sería probablemante diferente. La llegada a Viborg ya fue de noche, o mejor dicho, lo que los daneses entienden como "de noche": a las 21:15. Por supuesto ya estaba todo cerrado así es que después de ponerme al dia con los correos recibidos y surfear un poco la net me acosté.
El lunes comenzaba el curso al que asistía. No os asustéis que no voy a hablar del curso, eso lo he dejado para el informe que he tenido que escribir a mi jefe. Sólo pondré la parte lúdica, si se puede decir, en el plano cervecero.
La mejor opción para probar cerveza danesa elaborada por micros era ir a un local llamado Dahls Vinhandel a/s. La dirección la encontré en Ratebeer que para estas cosas es muy útil..., y para otras muchas más. Este local está dedicado casi en exclusiva a vinos los cuales no suelen bajar de 140DKK (unos 20€) y productos artesanos locales pero también tiene un stand dedicado a las cervezas en donde me encontré buenas reseñas. Hice un poco de acopio no sin la cara de asombro de la tendera (se ve que no es muy normal que llegue alguien y se lleve 8-10 botellas de una vez).
Un poco borrosa pero la postura no era de lo más cómoda |
Otra parte del stand |
Así está el tema por allí (7DKK = 1€) |
El cargamento que compré en el Dahls Vinhandel a/s |
Salí con la caja a cuestas del local y justo a la salida me encontré con dos compañeros de curso de Lituania los cuales al día siguiente me preguntaron "que vaya fiesta me preparé con tanta cerveza" con una sonrisa cómplice, cosas que tiene uno... Después me dirijo a un supermercado a comprar algo para la cena y cual fue la sorpresa cuando me encuentro un stand repleto de cervezas desconocidas para mi. Una pena porque no me iba a dar tiempo a probar ni la cuarta parte después de lo que había comprado anteriormente. No obstante me encontré con unas cervezas que llevan placas como las de cava y compré algunas para poderlas cambiar e incrementar mi colección de este tipo de plaquitas. Jejeje, tampoco había que dejar de lado el plano coleccionístico.
Casi todas desconocidas por mi |
Cómo no..., Tuborg |
Las cervezas con plaquitas para mi colección ;-) |
No dio para más la primera tarde dedicada a la logística teniendo en cuenta que los comercios normales cierran a las 17:30 y el supermercado a las 19:00.
La siguiente tarde estuvo dedicada a probar alguna cosa local y a visitar, o mejor dicho, enterarme de los horarios de apertura de la Viborg Bryghus. Con esa premisa, de que llegué a mi alojamiento y me cambié salí rápido sabiendo los horarios de cierre de los comercios. Me dirigía la Viborg Bryghus y para mi mala suerte estaba cerrada desde las 15:00. No había forma de visitarla pues yo acababa el curso a las 15:30. Un chasco.
Camión de reparto |
Vista general de la Viborg Bryghus |
Próxima parada Latinerli, un restaurante en donde gracias a Ratebeer supe que podría probar parte de las cervezas locales de Viborg. Allí mismo tenían tres tipos y por este orden me bebí la Viborg Mageløs Økologisk que a la postre fue la que más me gustó con notas maltosas y miga de pan, la Viborg Jule Bocken con unas leves notas dulces y ligeramente especiadas y la Viborg Scottish Ale con notas a caramelo y maltas tostadas.
Vista general de la barra del Latinerli |
Viborg Mageløs Økologisk |
Tocaba ya ir al alojamiento no sin antes comprar un poco de comida típica danesa y marinarla con alguna de las cervezas compradas el día anterior y este fue el resultado: trocitos de arenque al curry, pescado escabechado y rebozado acompañado de gambas, aceitunas y pan ahumado. De beber la opción fue la Kongens Julemumme: maltas tostadas y ligeramente especiadas con ligero amargor y muy plana al final.
De postre busqué entre las cervezas compradas cuál podría ser la más idónea y encontré la Hornbeer Helge, una Barley Wine muy ligera a pesar de sus 10% ABV con intensas notas a cerezas, cuero y ligeramente dulce. Nada convincente así es que aposté por otra opción mucho más segura: la Ugly Duck Putin, una Imperial Stout con trigo la cual me supo a gloria después de las decepciones bebidas a lo largo de aquella tarde. Su color negro era realmente atrayente, su aroma a café aún más con notas leves a regaliz y madera quemada. Sabor con maltas asadas, café negro, levemente chocolate y ciertos toques a ceniza a la vez que dulces provenientes del trigo. Muy cremosa en el paladar
Tercera tarde y nada más llegar a mi hotel me aprieto una cerveza de navidad viendo que las existencias de cerveza seguían casi intantas y estaba a más de la mitad de mi estancia en Viborg. En este caso la que cayó fue una Raasted Christmas Special que me dejó ni fu, ni fa pero que al menos me quitó la sed..., ante la falta de una botella de agua mineral. Tocaba cambiarse y hacer un poco de "japoneseo" y esto es lo que me encuentro en una tienda de ropa de una archiconocida franquicia (foto de la derecha). Entre los pantalones y camisetas un par de botellas de cerveza. Una Theakston Old Peculier y una Indian Head Old Pale Ale. Bonita y original forma de decorar y de llamar la atención del consumidor. Para cenar tocaba la comida rápida por excelencia así es que ya cansado de tanto pescado, en la comida era casi lo único pero a la vez lo más apetecible que había, me fui ante un local de esos que puede ver a la gente delante de una plancha poniendo carne picada y otra gente por detrás del mostrador añadiendo lechuga, tomate, cebolla y otra friendo patatas. Et voilà el resultado:
El estar a las 18:30 o 19:00 en la habitación es lo que tiene, cenar a esa hora, más teniendo en cuenta que comíamos a las 11:45. Esto lo que puede ocasionar es que a las 21:00 cuando uno ya ha acabado de cenar tenga ganas de apretarse una stout como Dios manda. Y claro, como a las 22:30 después de apretarse la primera aún es demasiado pronto como para acostarse pues da tiempo de apretarse otra, en esta caso una imperial stout. La primera opción fue una Dominion Oak Barrel Stout. Color negro intenso con buena retanción de espuma y bonito encaje.
Aroma con notas a maltas asadas, intenso a regaliz y café negro. En boca se notan sensaciones a madera quemada, torrefacto y chocolate puro con notas a ceniza. Final con sensación de mucha cremosidad en la boca al igual que cierta sequedad, ligeramente amargo. La segunda opción, la de las 22:30 y ya para después irse a la cama fue una Dominion Morning Glory Espresso Stout. De color negro y mínima espuma tostada que disminuye rápido. Aroma a maltas asadas y tostadas, regaliz, café negro. Sabor asado, regaliz, chocolate negro y café con ciertas notas a frutos negro maduros, pasas e higos. Final ligeramente dulce con cierto amargor presente; muy suave y cremosa en el paladar. Sin duda una de las mejores hasta ese momento que podía haber probado durante mi estancia en Dinamarca y precisamente no era danesa sino norteamericana.
Para la cuarta tarde había que ir apurando la nevera y aún habían provisiones así es que tal y como hice el día anterior en cuanto llegué al hotel me bebí la última de navidad que me quedaba. Una Coisbo Christmas Ale, muy ligera con buena presencia de especias, caramelo y azúcar moreno. Preparé la maleta y sólo me quedaba tiempo como para repetir el éxito de la cena pasada pero en este caso cambié un poco el menú, que a la postre fue igual de bueno. De vuelta a la habitación para comer cambio el camino y en esto que me encuentro un badulaque de hindúes y..., oh!, una cerveza Kingfisher Lager. No tenía una cerveza rubia para cenar así es que esa iba a ser la opción y aparte sería una cerveza más de un país diferente: ya en total 76. He bebido cerveza de 76 países diferentes!!!. No tengo documento gráfico ni de la cerveza que resulto entre simple y simplona ni del menú elegido pero quedará para la posteridad.
Misma hora que la pasada tarde-noche, mismo procedimiento pero en este caso sería primero una baltic porter y de segunda opción..., una imperial porter ;-)
La primera fue una curiosidad que me encontré en el supermercado que visité el primer día y que no podía dejar de probar: una Carlsberg Imperial Stout, según la lata pero según el fabricante y ciertas bases de datos una Baltic Porter. El diseño realmente bonito. La cerveza igualmente buena con notas a chocolate y frutas maduras en nariz. En boca ligeramente dulce con notas a maltas asadas e intensa sensación torrefacta. Sedosa y cremosa en el paladar con un final levemente dulce sin llegar a ser empalagaso.
La segunda apuesta giraría en torno a una Ugly Duck Imperial Vanilla Coffee Porter, una imperial porter alucinantemente buena y a la postre la mejor cerveza que me pude tomar durante mi estancia, superando a la Dominion Morning Glory Espresso Stout por poco. Es una cerveza negra con espuma tostada de buena duración. Aroma con notas a maltas asadas y regaliz. Sabor asado, intensas notas a vainilla y coco con trazas a madera quemada. Final amargo con notas torrefactas.
Eso es todo lo que dio de sí durante mi estancia en Viborg, una pequeña ciudad en el centro de la Península de Jutlandia. Al día siguiente, viernes, tenía vuelo de vuelta a primera hora directo a Copenhague y de allí a Madrid. Me bebí varias cervezas más de las cuales no tengo documento gráfico, como pueden ser la Gudenådalens Bad Santa, la Ø-bryg Juløbryg, la Ørbæk Orm y la Vadehavsbryggeriet Sort. Quizás la más destacable la primera de ellas.
Ya de vuelta desde Karup a Copenhague tenía pensado parar en esta ciudad y tomarme unas cervezas en los sitios más típicos cerveceramente hablando y de paso visitar los sitios clave: la Plaza del Ayuntamiento, los Jardines de Tivoli, etc; y hablando de cervezas el Mikkeller Bar, el Fermentoren, el Tap House que no quedan muy lejos de los sitios turísticos. Un tiempo de perros, con agua nieve, mucho viento y algo de niebla me desanimó bastante incluso para hacer el intento de coger un billete de metro para irme al centro de Copenhague. Además según lei en algunos sitios los bares que tenía pensado asaltar abrían a las 15:00, cuarenta minutos antes de la salida de mi avión. Me dije, "Si noy hay posibilidad de visitar el Fermentoren ni el Mikkeller Bar, tampoco hay posibilidad de visitar el Tivoli". Otra vez será.
Las seis horas de conexión que tuve entre los dos vuelos se me hizo un tanto larga al principio, hasta que pude hacer el check-in de la maleta y ya pasé todos los controles. En la "Zona Franca" vi una cervecería que me vino de perlas para comer y poder probar una cerveza que no había bebido hasta entonces. La Carlsberg Brewmasters Collection India Pale Ale aunque quedaba bastante lejos de ser una IPA potente me supo a gloria. Presenta un color dorado oscuro con espuma blanca. Aroma con notas a lúpulos florales y ligeramente caramelo. Sabor ligeramente dulce con una buena base maltosa y leve amargor al final del trago.
Tan sediento que casi se me olvida sacar la foto de rigor |
No dio para más el viaje al centro de Dinamarca. Me quedo con la espina clavada de aún estando en Copenhague no haber podido siquiera pisar fuera del aeropuerto. Pero a la vez me sirve de aliciente para tenerlo en cuenta para un futuro viaje. Eso sí, si es a partir de mayo hasta agosto mucho mejor...
Muy buena ruta cervecera amigo!!! Al final te pegaste un buen festín... Obviamente sólo he probado la Tuborg Gold (y ya no la recuerdo) y la Kingfisher Lager que por Valencia se ha visto y como tú has dejado claro no son nada del otro ni de este mundo... Salud viajero!!
ResponderEliminarTxema había que buscarse las habichuelas como se podía y ya que no habían bares para hacer una buena cata había que montársela en "casa".
EliminarPor cierto, una cosa que me chocó bastante y no he comentado. Habían bares/restaurantes a las 18:30 ó 19:00 abietos pero la gente iba directamente a cenar y de hecho estaban habilitados para ello (barra minúscula, sin banquetas donde sentarse, etc) y no para beber cerveza (o alguna cosa más) como es habitual encontrar por aquí. Muy curioso...
Un abrazo!!
joder y no probastes la San Miguel q estaba en el stand de la tienda.. buff menudo cervecero... si es que sales fuera y no pruebas lo mejor... jejeej
ResponderEliminarQué vista!!. Es cierto que allí estaba la San Miguel Fresca pero también es cierto que en las estanterias del supermercado estaba la Damm Daura y la Inedit. Ambas se dejan ver un poco en la foto que incluyo
EliminarUn saludo Jorgito
Parece que no se te dio mal por Dinamarca, al final es imposible hacer todo lo que uno quiere muchas veces, aun así probaste cosas muy interesantes.
ResponderEliminarAl leer sobre la Dominion Oak Barrel Stout me he acordado de cuanto la disfrute en una cervecería de Edinburgo a principios de año.
Un saludo... y bienvenido de vuelta ;)
Iba ya casi concienciado si te digo la verdad en el tema de los horarios de cierre de los comercios pero al menos me esperaba ver algún bar donde tomar unas cervezas hasta las diez siquiera..., pero ni eso.
EliminarLa Dominion OBS estaba bien buena peo como has podido leer no es de las mejores que pude probar en esos pocos días.
Un saludo
Buen trabajo de campo en cuanto a cervezas danesas, muy bien aprovechado el tiempo en Viborg!
ResponderEliminarUna pena no haber podido explorar Copenhagen. En su día fui a la fábrica de Carlsberg, era curiosa, tenía cajoncitos con olores para aprenderlos y luego aplicarlos a la cata de cerveza, aparte de poder probar variedades de la marca poco vistas de normal. A la próxima ya te resarcirás ;)
Saludos!
Se hizo lo que se pudo teniendo en cuenta el 'handicap' de los horarios. Tenía pensado ir a visitar el museo de Carlsberg, pero el tiempo de perros que hacía me desanimaron bastante. Ten por seguro que a la próxima me resarciré
EliminarUn saludo
Redios! No estuvo mal la escapadita! Desconozco la mayoría de nombres y lugares pero si me he fijado bien en las fotos de las tiendas e hipers, donde he visto no pocas etis que de haberlas tenido delante me hubieran generado un problema en la cartera, jejeje! No tengo Dinamarca entre mis próximos destinos, pero como nunca se sabe siempre viene bien tener alguien que haga de "avanzadilla". Muchas gracias por este detallado post Jose! Un abrazo!
ResponderEliminarUa locura cuando vi los stands y las estanterias del supermercado. Las de la tienda eran más conocidas..., hasta cierto punto pues casi todas eran micros... "muy micros". Me hubiera gustado encontrar algo de To Ol, Beer Here, Haandbryggeriet. Qué se le va a hacer!!
EliminarUn abrazo Pau, ahí estaremos siempre a la vanguardia!!
BUFFF, TRABAJAZO DE CAMPO MUSHASHO JAJAJA. A MI TAMBIEN SE ME HA ESCAPADO UNA SONRISILLA VIENDO LAS "NACIONALES" QUE CAMPAN POR ALLI PFFFF. LAS BIRRAS "INDUSTRIALES" DANESAS DEJAN MUCHO QUE DESEAR Y SON COMO AQUÍ, MAS DE LO MISMO, PERO TENÍAS UN BUEN REPERTORIO DE MICROS. LO DE LA PRIMERA TIENDA, PUES A 6 O 7 PAVOS CADA BIRRA ES PARA PENSÁRSELO, YO SI HUBIERA ENTRADO PRIMERO EN EL HIPER HUBIERA HECHO DESFALCO JEJE Y LUEGO HUBIERA PILLADO ALGUNA DE LA TIENDA POR LA ETI, COMO DICE PAU.
ResponderEliminarHOMBRE, NO CREO QUE ME DÉ POR IR DE VIAJE A VIBORG, NO SE ME HA PERDIDO NADA, PERO VIENDO LO QUE TIENEN ALLÍ, IMAGINO UN BUEN VIAJE A COPENHAGUE DONDE TIENE QUE HABER TIENDAS CON MARAVILLAS JIJIJI.
UN SALUDO Y ENHORABUENA POR EL VIAJE FRUCTÍFERO! ;D
Sabes lo que es el ansia viva?, eso que me pasó el domingo cuando me iba del aeropuerto al hotel y pasé enfrente de un establecimiento con botellas de cerveza (la tienda) y me dije, anda si está cerca de mi campo base?, así fue que al dia siguiente me fui allí sin haber investigado un poco más a ver si habìa un supermercado, como a la postre pasó.
EliminarProbablemente se me topo con el "super" de primeras hago más acopio, sí pero también quizás hubieran sido cervezas de una calidad un poco inferior..., no sé.
Con respecto a un viaje a Copenhague debe ser de lo más fructífero que pueda hacer en esta vida cerveceramente hablando.
Un saludo Yors