Estamos más que acostumbrados a dejarnos caer a nuestras tiendas de cervezas favoritas semanalmente, mensualmente o como es mi caso desde hace mucho más tiempo -si me lee Ernesto y David que sepan que algún día iré a por esas cervezas que me guardan en su bodega- y ver en dichas tiendas botellas de micros americanas que hace un tiempo no muy lejano era impensable encontrar por ningún rincón de la geografía española.
Hoy todo el mundo que tenga esta afición que nos une conoce nombres como Lagunitas, Hill Farmstead, Stone, Port Brewing, Rogue o Three Floyds. Incluso habrá alguno que se sepa 'de corrido' diez nombres de cervezas de alguna de ellas sin el apoyo de mirar a ningún lado o surfear la web por un momento.
Estas cervezas han llegado a España gracias en gran parte al auge que hay en estos meses con la cultura cervecera. No creo que sea para decir "Beer killed the wine star" haciendo un guiño a la canción de Buggles pero ahí estamos y ahí seguimos. Los que leemos diferentes blogs constantemente vemos entradas tales como "Feria de la cerveza artesanal en...", "Festival cervecero de...". Evidentemente algo está cambiando desde hace tiempo.
El modo de que esas cervezas llegan aquí puede ser muy variado. Desde distribuidores de cervezas centrados en Estados Unidos y su área de influencia, a alguien que hace un viaje allí y lo mismo que a ciertas personas les da por volver con dos maletas llenas de ropa marca Abercrombie a otros les da por volver con una caja de cervezas de cualquier micro que se precie, supervaloradas y que cuando llegan a la Península y las vemos parece que estamos ante el mismísimo El Dorado. Estas botellas que llegan a través de un distribuidor o alguien personalmente son las que irían destinadas al público cervecero, las que vemos en la tienda cervecera de nuestra zona y que afortunadamente llegan más bien frescas ya que el tiempo de traslado en la mayoría de las veces es mínimo.
Pero luego también hay cerveza llamada industrial destinada a un público más generalizado y concretamente estadounidense. A aquellas personas o funcionarios que por lo que sea están trabajando en España. Personal de Embajadas, Ministerio de Exteriores (Foreign Affairs), Departamento de Defensa (DoD), o empresas estatales, etc.
Para esto ya no les queda tanto... |
Por propia experiencia que tengo en estos temas, me he fijado que los estadounidenses se llevan allá donde están desde el agua para beber, hasta los aires acondicionados. No es la primera vez que veo cómo unas carretillas elevadoras se apelotonan alrededor de un avión recién aterrizado con el fin de descargar todo la carga que ese avión se trae de los EEUU. Toda la logística se la traen de allí.
Pero, ¿Qué cerveza se traen para beberla aquí?. La cerveza llega en avión, su base de descarga pudiera ser la Base Aero Naval de Rota o la Base Aérea de Morón y desde ahí es distribuida a las tiendas donde compran los norteamericanos sus productos del día a día, los llamados NAS en donde uno se puede encontrar desde aparatos electrónicos de la última tecnología a pantalones vaqueros de conocidas marcas norteamericanas a precios irrisorios en comparación a una tienda normal fuera de la Base Aérea.
Estando trabajando en la Base Aérea de Morón pude constatar en uno de los bares norteamericanos dentro de la propia Base sólo un par de ofertas traídas de los EEUU: la Miller y la Michelob. Dos cervezas bandera de los dos grandes grupos norteamericanos: MillerCoors y Anheuser Busch respectivamente.
No hace mucho un compañero de trabajo que actualmente tiene más trato con gente extranjera que yo me comentó que me había traído un six-pack de cerveza y una más. Teniendo en cuenta la vez anterior no me podía esperar gran cosa... Craso error. No cabe duda que también algo está cambiando. A las fotos me remito:
Jamás me podría esperar una Goose Island Bourbon County o una Great Divide Yeti o una Founders Breakfast pero me llevé una grata sorpresa alguna especialidad de la "micro más macro" de los EEUU como puede ser la Sam Adams Winter Lager, la Leinenkugels Snowdrift Vanilla Porter o la Belgian White de Blue Moon. Mención aparte la Mickeys que está realmente mala.
Si bien no son cervezas muy buenas si se tienen en cuenta diversas páginas por internet no cabe duda que el público estadounidense general, el que no es amante de la cerveza, quiere algo más. Una cerveza que no sólo le sirva para quitarle la sed en un momento dado ni que sea muy refrescante, ni muy ligera. Busca una cerveza que le sirva de seña de identidad, esa ya la tienen al consumir su propia cerveza en un país a miles de kilómetros de distancia; y a la vez una cerveza distinta a la que pueda encontrar en grandes superficies del ámbito nacional.