Por segundo año ha tenido lugar esta feria en la localidad madrileña de Colmenar Viejo. Una feria que por lo que parece se afianza como una de las fijas dentro del panorama festivalero nacional; y una feria que por lo que me dijeron el domingo por la mañana cuando me acerqué y según lo leído en otros blogs que han sido más rápidos que yo en publicar esta entrada (Observatorio Cervecero y Humulus Lupulus, de los que yo tenga fichados) se afianza como la más gafada en cuestión de meteorología . El año pasado no pude pasarme y este año a raiz de algunos comentarios leídos en varios blogs con respecto a la anterior feria no quería dejar pasar la oportunida.
Como ya he dicho el domingo por la mañana asistí a le feria, cuando unas amenazantes nubes estaban en el cielo queriendo descargar todo el agua que no descargaron el día anterior. Afortunadamente no fue así y si bien cuando llegué al recinto había bastantes nubarrones poco a poco fue abriendo para quedarse finalmente en unos claros y nubes, y si llegar a llover de forma copiosa.
No habían muchos productores que me atrajeran especialmente, dos o tres, más bien. Así es como me dirijí al primero de ellos: Yakka, para probar su Beyakka Niger & Green. Según la etiqueta una Black IPA de 7%. Cuando la pruebo a lo menos que se parece es a una BIPA, pienso: una Black, vale..., es negra; una IPA??, dónde está el lúpulo?? ah! vale que es que tiene mucha cantidad de lúpulos pero son Hallertau, Saaz, entonces nada; notas a café, maltas tostadas, ceniza, seca el final,..., bueno una Stout..., pero con 7% de ABV..., estaría más cerca de ser una Imperial Stout; pero..., le faltan ciertas notas características: frutos rojos, ligeramente dulce. En fin..., que es dificilmente catalogable ya que tiene notas características de aquí y de allá sin definirla precisamente.
La segunda en probar fue la Clandestino Pale Ale, que ni los conocía y los cuales me aseguraron que el 100% de todas las materias primas eran procedentes de España y con el matiz que ellos usaban el lúpulo en flor, controlando la cantidad de éste introduciendo el mismo en redes de pesca en el tanque a modo de infusión y teniéndolo sumergido un tiempo concreto con el fin de hacer más controlable el amargor. En cuanto a la cerveza me llamó enormemente la atención las notas florales que poseía, con ciertos toques a manzana verde que la hacía a la crveza muy refrescante y bebible.
Ya puestos a saludar tuve una charla entretenida con David de La Cibeles el cual me comentó que dentro de un mes estrenaba fábrica, mucho más amplia que la que tiene ahora mismo; con Stephan de Lest que me comentó el enorme chaparrón que les había caído el día anterior y una cierta visión de la feria en cuanto a afluencia de público a pesar de la lluvia, con la gran aceptación que tiene la cerveza artesana por allí y lo involucrado que estuvo la gente; con el Cuervo, el 50% del el Oso y el Cuervo, el cual me puso al día de dos novedades que habían trído para la feria ("Ya me pasaré", le dije); con Claudio de Far West en cuyo stand pude probar la Far West Predicador, una doble de abadía idéntica a la San Isidro Labrador pero con la única diferencia en que esta última está envejecida cierto tiempo en barrica. En la Predicador se notaban los matices a melaza, levadura, especias y ligeramente cítricos, todo ello unido a la malta que la hacían muy cremosa y suave en el paladar.
De allí al stand de Tierra de Frontera, de la cual nunca había probado nada y me decidí por la que tenían en barril, la Tierra de Frontera Pale Ale, ligeramente ámbar con espuma blanca de poca duración. En nariz notas florales y cítricos; en boca muy ligera de malta con no mucho amargor y sensación de algo raro. Al final del trago, ligeramente amarga y..., ácida. O lo que es lo mismo contaminadísima Se lo hice saber al que estaba detrás de la barra, a lo cual me explicó que si el carbónico, que si tal y que si Pascual. ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?, ¿Por qué me cuentan milongas que si los matices ácidos son debidos al carbónico, cuando en realidad es debido a que ese batch ha quedado contaminado?; ¿"Y te traes a una feria una cerveza contaminada'"?, pensé; flaco favor primero para ti, y segundo para el resto.
La última parada, como no podía ser de otra manera, fue en Medina para probar su nueva Medina VIII, de estilo belga Strong Ale. Una cerveza que Jesús ya me dijo de antemano que no estaba del todo terminada. No obstante ya apunta maneras; con malta muy presente, melazas, azúcar tostado, ligeramente caramelo, especias y con 8.2% de ABV los cuales quedan muy bien integrados con las notes dulzonas sin llegar a ser empalagosas. Espero probarla más adelante, en la III Feria de Cerveza Artesana de Madrid, y ver cómo ha evolucionado en este último mes.
Después de este breve paso por algunos stands no me quedó tiempo para nada más, bueno sí, para pasarme fugazmente por el de El Oso y el Cuervo, tal y como les había concretado instantes antes. Tuve el tiempo justo como para probar un 'culín' de la Sour Porter. La cual me pareció muy buena para ser una cerveza fruto de la casualidad, la de las levaduras salvajes.
Esto fue toda mi feria Oktoberfest de Colmenar Viejo, que para ir sólo dos o tres horas de domingo por la mañana no pudo dar más de sí. No pongo como otras veces cuál ha sido la mejor cerveza de la feria como hago otras veces ya que con tan sólo cuatro o cinco muestras no sería muy válido. lo que sí tengo claro cual fue la peor..., al menos que yo probara.