Otro más, y ya van cuatro he asistido al que para mi es el mejor encuentro de coleccionismo por los que me he movido. Bien es cierto que internacionalmente he estado sólo en Luxemburgo y Portugal, pero también es cierto que el ambiente cerveceramente hablando que tiene Bélgi
ca no lo tiene otros lug
ares.
El fin de semana comenzó el viernes con madrugón de "notemenees" para cojer el avión rumbo al Aeropuerto Nacional de Bruselas a las 0630 de la mañana. Llegado al aeropuerto y tras una caminata bastante importante recogimos las maletas con todo el material. Allí es donde me vi con otros coleccionistas con los que iba a asistir al encuentro Eduardo, Mikel y Rafa, con sus respectivas parejas procedentes de Barcelona.
El viernes había que ocupar el día haciendo una ruta por alguna zona que no conociéramos y nos dirigimos a Tournai, ciudad en la que visitamos lo más característico y comimos.
Después de esto fuimos a la micro Frasnoise en Frasnes-lez-Buissenal en donde pudimos degustar las dos variedades de cerveza de que disponen. La Givrée Frasnoise es una cerveza color ámbar con notas frutales y con un sabor levemente dulce al principio con un final moderadamente amargo. La Frasnoise Rétro lo que más me sorprendió es que los 6.5 grados que marcan en su etiqueta no los aparenta la cerveza. Aroma a maltas tostadas y sabor igualmente tostado con un retrogusto caramelizado y persistente al paladar.
Ya sólo nos quedaba por visitar la ciudad de Mons, dominada por las imponentes torres-campanarios y por su enorme Colegiata. Lo malo es que ya había oscurecido y no se pudo tomar bien detalle de todo.
Después vuelta a Bruselas para cenar y tomar las cervezas de rigor por los sitios clásicos Delirium Café, Manneken Pis, Le Poechenellekelder. No había que castigarse mucho que al día siguiente tocaba dura jornada de encuentro.
El sábado tras unas cuantas vueltas por medio de la campiña cercana a Hoegaarden (si no nos perdemos no somos nosotros) dimos por fin con el Sporthalle en donde se c
elebraba en encuentro. Una de las pocas veces que llegamos antes de abrir las puertas, así es que dio tiempo de saludar a los grandes coleccionistas que sólo vemos una vez al año Wolfgang Dietrich, Volker Petri, Marc Obri, André Slikker... Una vez dentro cambios y más cambios de los cuales no tengo ningún documento gráfico ni de antes, ni durante, ni de después. Esperemos que algún otro coleccionista me pueda mandar las fotos y ya las pondría en este apartado.
En cuanto a material se refiere me traje unos 700 posavasos, la gran mayoría exóticos y media docena de españoles bastante buenos y difíciles de conseguir. Dejo unas fotos del material conseguido.
El sábado por la noche tocaba descansar y tomar unas cervezas tranquilamente por Bruselas. No faltaron las cervezas de navidad, que mientras que el viernes cayó una Gouden Carolus Christmas (color marron oscuro de espuma cremosa y persistente. Aroma a frambuesas, cerezas y azúcar moreno. Sabor frutal con un final dulce y duradero), el sábado le tocaba el turno a una Bush de Nöel (Color ambar oscuro de espuma cremosa al principio que rápido se disipa. Aroma a maltas tostadas, caramelo y seco, difícil de apreciar los 12
grados que tiene esta cerveza. Sabor frutal, azúcar moreno, vínico, alcohólico y muy dulce con un final ligeramente amargo).
El domingo quedaba recoger todo y preparar la velta a Madrid no sin antes hacer la última "cata" de mi estancia en Bruselas, le tocaba el turno a una Bush Prestige que compramos en Tournai, todo un cañón para tomar a las 1130 de la mañana (Marrón turbio con espuma cremosa, tostada y de buena persistencia. Aroma dulce, alcohólico y seco. Sabor alcohólico, ligeramente amargo
, notas frutales y miel, y toques a coñac y madera. En el paladar resulta una cerveza con bastante cuerpo y un retrogusto seco y con dominancia de sabores a miel)
Eso es todo. La vuelta del avión la pude hacer mejor que la ida no se sentó nadie a mi lado y tocaba el "descanso del guerrero".
No sé si este será el último encuentro al que voy en un tiempo y es que las circunstancias familiares mandan. Pero sea el último o no, será para apuntar como uno de los grandes encuentros a los que he asistido.
Gracias a todos por hacer que sea perfecta la estancia con los amigos.
Hasta la próxima crónica de un encuentro (ya digo que no sé cuando), pero no obstante seguiremos informando en este blog de ambiente cervecero de cualquier otro tema. Mientras escribo este artículo debo decir que estoy degustando una Spigha Gurugú que me proporcionó Txema Millán durante el encuentro de Barcelona hace poco más de dos semanas. Es una cerveza turbia, marrón y de espuma persistente. Aroma a levaduras, chocolate, caramelo y maltas tostadas. Sabor ligeramente dulce al principio y un final levemente amargo al final, algo "aguada", en donde también domina los sabores a levadura.